domingo, 28 de noviembre de 2010

CARMEN

Déjeme pensar madre mía
que usted tiene
algo de maldad

porque si no mi corazón
se enviciará en la  búsqueda
de tanta generosidad y amor

en un mundo
en dónde las caras refinadas
y los ojitos claros son la imagen
de la felicidad

déjeme pensar madre mía
que yo a usted no le importo
déjeme imaginar que ambos tuvimos 20 años
y nos encontrábamos perfumaditos
para ir a ver al Polaco Goyeneche

déjeme tomar una
copa más de vino
que le juro no me hará
más daño que el que
me hacen los hombres 

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